sábado, 27 de noviembre de 2010

La noche me sirve de sábana.


Agachada como los perdedores al azar busco la oportunidad de esclarecerme, esta percepción no es confusa, tal vez si un poco difusa.


Presintiendo que las cosas no pueden ir ni mejor ni peor, pierdo ante este teclado el sentido del estar aqui, pero recuerdo que hubo una vez , una, en la que las luces se apagaron, las preocupaciones disciparon. La laptop no habia sido cargada y entonces qué hacer me pregunté, y la respuesta fue mas que obvia, habia muchas estrellas y el frio era entumecedor, de pronto me dieron ganas de respirar, de pronto el mar se volvió una tentación, y solo desaparecí para confundirme entre la arena y el viento, entre las olas y este fuego que es el sentimiento.


Perseguí varios carreteros, mire la depureza de los pescadores,la quimera de grandeza de estos señores, observé y hasta los peces mostraban otros colores;decidí entonces ser una más y perdi el nombre, perdí el sentido de lo que era y solo así curiosamente volví a ser yo.... Nuevamente experimentando el correr descalza o el caminar hacia una curiosa balsa.